julio 10, 2008

Extemporáneo

   I

El general no tiene quien le escriba, por eso lo hace él mismo, extemporáneo.

Casi didáctico, va arrastrando su absurdo de "héroe trágico" en diarias peroratas para el olvido, entre el protagonismo histérico y la inutilidad.

Arrebatado al atrio de su vocación agitadora ensaya monsergas estilísticas, incómodo en su versión de orador sin plaza, atado al deber, la responsabilidad cifrada, ¡la palabra última!

El general resucita cada cierto tiempo, reflexiona y se muere; para dejar las cosas igual de inoperantes hasta su próximo readvenimiento.

Despierta intermitente, blasfema, tantea a su alrededor:


- ¿Matías...? 
- ¡No, mi general!. Matías fue fusilado en el 62...
- ¡Ah...! se babea y se duerme, sosteniendo en la mano insegura una escupidera de plata.

Conjurados a su alrededor los otros se entusiasman, se asustan, se preparan, al ritmo sincopado de la vida en retiro. Merodean ejecutivos afinando sus violas, calculando los tempos, intervalos, arcadas; parapetados en su oportunidad.

El "héroe incumplidor", que traicionó en propósitos de grandeza continental el voto de sus leales, encara ahora la traición de su propio cuerpo rebelado.

Su personalidad, arrogante y zumbona, rebota en los intríngulis de una anatomía modificada y en decadencia, sorteando autoritaria los bronquios, la laringe, el paladar. Episódico, reclama el general su protagónico de "hablador designado", ¡sueño de los oradores incontinentes!, en silabeos desorientados.

La "pasión histérica" se explaya en ademanes beligerantes que desequilibran la funda biológica vapuleada, demasiado frágil para su contenido; tornando el arquetipo del patriarca en espectáculo de senilidad. 

Como un Mesías protohistórico señala y se estremece. Nombra, condena, cuenta y se pierde en los números ¿...por fin cuántos eran, Matías? 

El general se empecina en interpretar la realidad en una retórica desinformada, esquizoide, paralela a la realidad de la historia; la misma historia que a voluntad declarada, ha de absolverlo.

El general me cansa con sus diatribas simbólicas, con sus estadísticas distorsionadas, con su incapacidad patológica para discernir la evidencia más simple. Agotan sus metáforas simplonas y sus adjetivaciones cuartelarias, siempre entre el enemigo y esa certeza redundante de un "amanecer de luz". 

El general no me ve, como nunca me vio. Vive hacia dentro y sermonea a las huestes triunfantes de su ideal; desvarío conservado en una autosuficiencia casi tonta, que no se nutre de hombres ni de certezas sino de operaciones retóricas y álgebras descabelladas que antes soñaron cerdos y alquimias y alambradas... ¡de producción nacional!.

Delira el general aferrado al pasado con la pasión de los memoriosos, siempre el pasado, ¡culpable pasado! Y se preocupa: ¿qué va a ser del mundo si sigue esta cosa del calentamiento? ¡¿qué haremos sin el sol en 80 000 años, Matías?! ¿cómo va a amanecer...? ¡Tráeme el cuaderno!

- ¡Si, mi general! pero déjeme explicarle, el compañero Matías fue fus...

Oficina Global
Julio 17 de... ¿en qué año estamos, Matías?

¡Hijos míos...!


   II

Los hijos del mañana se pierden en una madrugada sin despertar, sin luces, sin después; al eco del estruendo de una historia epopéyica.

El general no se calla y sacrifica al Estado Mayor, a la sección ideológica y a los "protestantes" de la cultura mientras corta muñecos de papel que le hagan la rueda-rueda.

El escenario es el mismo y el recuento de las batallas no pasa de ser un repaso de eventos que no cambiaron nada - o cambiaron muy poco - a la luz del sacrificio. Balance de ardores ofuscados en horizontes demasiado alejados para ser responsables.

Los hijos de la aurora ronronean desinteresados, canjeando en emergencias cualquier talento heroico. Mean los soportales, las esquinas, las columnas de los parques, con los ojos puestos en el mar mientras amanece; prendidos a las cadencias de alguna melodía trasnochadora "¡ay Aurora, me has echado al abandonooo!"

El General no se rinde en su sopor, ahora demasiado urgido, predestinado, casi místico; expulsando a los mercaderes del templo, todavía, otra vez, pero aún sin panes y sin peces...

La madrugada avanza y el general balbucea incoherentes cabalgando los alquitrabes, las cornisas, el techo.


 

11 comentarios:

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Me pasé el post diciendo: es verdad, si compadre, es cierto. Hay una pila de imágenes volas’ y lugares comunes que merecen ser leídos, que vivimos o pensamos juntos, casi todos.
El general ha ‘comandado’ muchos ejércitos en su vida, el del miedo, el del silencio, el de la distancia... pero de todos ellos el peor ha sido siempre el de la soledad, ese, se le ha insubordinado con el paso del tiempo y hoy ya no lo deja ir más allá que de la cama y al baño, dándole a veces algún tiempo ‘extra’ para regañar a una familia que le sonríe por delante, pero que entre dientes piensa “será cuestión de que esperar”.


cono que bueno que regresas bro,
un saludo, tony.

Cybercíclope dijo...

Checking if I can comment...

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Solo te faltó:
Acaba de morirte chico...y no jodas más.

albert

Cybercíclope dijo...

JAJ! Casi...

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Por la ma�ana te hab�a puesto algo sobre esa impotencia de vivir en presente continuo, colgados de la voluntad de poder de un �tipo� con el que crecimos en la sala, en el cuarto, hasta en la sopa... Ese d�a respirare profundo y hasta los que le guardan, se sentir�n mas relajados. ESO TE QUEDO EMPING, MAN.


Nos vemos, t. ;)

Cybercíclope dijo...

Tony, efectivamente, hay un comentario que aparece como "para moderar", pero que no logro sacar de los dobleces virtuales...supongo que es el que me comentas, pero no puedo leerlo. Seguiré intentando sacarlo del "filtro binario" en que se alojó.

Saludos y gracias por el cumplido.

Cybercíclope dijo...

¡Ahí está! Tuve que volver a activar la "moderación" para poder recuperar el comentario; pero volví a desactivar esa opción, así que están "abiertas las cajitas" sin censura.

Saludos

GeNeRaCiOn AsErE dijo...

Are, al leer nuevamente mi primer comentario, me dio cuenta de que me hace falta,
1-dormir mAs de 4 hrs
2-escribir comentarios de noche, porque por la manana, acabado de levantar, ni yo mismmo me entiendo.

Un abrazo, tony.

p.s. mete otro post man!

Cybercíclope dijo...

JAJJ! Nos pasa a todos, Tony. Mira la que me largué yo...

Saludos

Verónica dijo...

Hola, llegue aquí persiguiendo a un vecino del barrio, que disputaba el parque... Y me ha dado mucha alegria encontrar este blog, bello, profundo y que me interesa muchisimo.
Me gusta como has escrito este post del "general", y permíteme entonces seguir leyendote hacia atras...
(De todos modos, te confieso que me cuesta un poco de trabajo pensar en algun edifio directamente enfrente del club Imagenes, pero pienso que un poquito al lado si, porque: Panaderia, Casa de Caiñas, parque, Club Imagenes, si es que las imagenes no me traicionan) Una esquina de mucho sol, intransitable al mediodia. Yo era de un poquito más hacia Linea, unos veinte pisos mas encima del nivel de la acera)
Saludos, de verdad,
Verónica

Cybercíclope dijo...

Hola Verónica, gracias por tu visita...

Sigue contando: pasando la calle de la panadería (C), casa de dos plantas, Edificio de 4 plantas del 30, donde vive Luisa en la planta baja, solar, otro solar con una cafetería cubana...

Bueno, mi esposa y yo vivíamos en el edificio un poco en diagonal frente al imágenes, el de 4 pisos, un vejestorio él...

saludos